Hay que tener valor, fuerza de voluntad. Hay que despertar esa
gran fuerza dormida. Esa voluntad, ese espíritu de llegar MAS
ALLÁ. Formemos un ejército de hombres intelectuales, de hombres
dispuestos a sacrificarse por el bien de todos y su progreso. Un
ejército de hombres de gran fuerza de voluntad, de valor y de
Fe.
No esperemos a que nadie haga lo nuestro, no nos desanimemos
nunca, el valor hay que infundirlo siempre. Hagamos cada uno de
nosotros un esfuerzo por mejorar, por contribuir en forma
beneficiosa, sin esperar a que otro lo haga primero.
No desperdiciemos la labor aprendida. Formemos una generación,
total, pero totalmente progresiva; llena de valor y fuerza.
Empleemos con astucia la sabiduría aprendida. Todavía nos queda
mucho por aprender y son muchas las batallas que tenemos que
vencer. No seamos tan infelices, ni demasiado dependientes de
tantas y tantas cosas. Hay que tener, hay que sentir felicidad
de vivir. Para vivir hay que luchar, batallar, tener valor,
coraje, sentir, amar, progresar, crear, y siempre llegar MAS
ALLÁ.
¿Cuántas y tantas contribuciones podrían hacer desde el más
estudiado hasta el menos estudiado?
No las podría contar, ni se podrá contar Nunca.
Si el sol tortura; si la pena embarga; si el corazón te oprime;
si el sabor es amargo; si la batalla es fuerte; si crees que no
hay esperanza; si el amor se acaba; si el odio y el rencor te
llena; infunde valor, fuerza de voluntad, no desperdicies la
sabiduría aprendida, lucha con todo el coraje, no flaquees; que
obtendrás la más dulce victoria, los mas grandes regocijos, la
mas honda satisfacción.
Año 1970, a los 17 años de edad
Inspirado una noche donde no pude dormir para escribir esto.