Semana 31, día 5 Miércoles, 11 de octubre 2023
Cena del Señor, porque es importante
La cena del Señor, también llamada Santa Cena, es un mandato del Señor Jesucristo a todos los creyentes, a los que se han convertido al Señor. La verdad es que casi nadie la celebra como el modelo que dejó el Señor. La mayoría de las iglesias o congregaciones no explican o enseñan de la gran importancia que tiene este evento, esta celebración. Y por consecuencia, muchos caen en la rutina, como una ceremonia repetitiva, y otros se les olvida su importancia.
En la Cena original incluye lo que ahora no se hace, que es, que el pastor o líder es el lava los pies a los presentes en acto de humildad y servicio. Lo otro que no se hace, pues el mismo apóstol Pablo lo eliminó, es cenar, una cena normal de comidas y carnes, antes de impartir el pan y el vino (jugo de uva). La frecuencia en que se celebra la Cena del Señor ha afectado su importancia, unos para afirmarse más en la fe, y otros, para caer en una rutina. El apóstol Pablo declara en 1 Corintios 11:23 al 26
El Señor no dice la frecuencia, de cuantas veces al año, se debe celebrar la Cena del Señor. Le repito el versículo 26
La Pascua de los judíos, del antiguo pacto, se celebra una vez al año. Pero la Cena del Señor, es símbolo del Nuevo Pacto. La hora de esta celebración no es relevante, no es necesario que sea como la original, entre las 6:00 a 7:00 de la noche. La frecuencia de su celebración varía entre iglesias y congregaciones. Veamos:
Para ahorrar palabras y no entrar en polémica alguna, le cuento de lo que yo he sido testigo en estos últimos 34 años en el evangelio. Les testifico de la celebración de la Cena del Señor o Santa Cena:
Y este es el resumen de lo usted, como pastor o líder espiritual, puede hacer en la celebración de la Cena del Señor: Leemos 1 Corintios 11:27 al 29
Esto significa que comer el pan o beber la de la copa del Señor indignamente, con algún pecado sin presentar al Señor, con algún rencor contra una persona, aún sin darle la importancia de lo que esto significa, esto acarrea juicio de parte del Señor. Esto acarrea enfermedad y otras consecuencias. El discernir el cuerpo del Señor, es saber distinguir quién es parte del cuerpo Cristo, es distinguir entre lo bueno y la malo, es entender que cada creyente es parte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia y Cristo es la cabeza de la iglesia. Y esto lo puede hacer una persona que ha aceptado a Jesucristo como salvador, que se ha convertido a Cristo de corazón. Y si se ha convertido a Cristo de corazón no tiene impedimento para ser bautizado como acto de obediencia y símbolo de morir al viejo hombre y nacer nuevo. Si esto no ocurre, la persona no está acta para tomar la Cena del Señor con dignidad. Aunque hay quienes sin ser bautizados porque no se han decido, y no por otra razón, y aún así le aceptan tomar la Cena del Señor, se corre un riesgo espiritual. En 1 Corintios 11:24 dice:
Aquí recordamos y aprendemos, que el pan representa el cuerpo de Cristo, y el cuerpo de Cristo somos todos los creyentes, todas las iglesias o congregaciones del Señor en el mundo entero. Que por causa de nosotros, ese cuerpo está partido en muchos lugares para la gloria del Señor. En estos momento damos gracias, honra y honor al Señor y hoy reconocemos que Cristo vive dentro de nosotros. En el versículo 25 continúa diciendo:
En Lucas 22:20 narra más detalle y dice:
Al tomar de la copa, el jugo de uva (vino) es simbolizando la sangre derramada en la cruz para la salvación de nuestras almas. Es algo que hay recordar y nunca se debe olvidar. Que Jesucristo fue el cordero del sacrificio, que cada latigazo que recibió, era cada pecado que cometimos, cada golpe que recibió, esos golpes también nosotros se los dimos con nuestro desprecio e insultos y quejas contra el Señor. Que cada bofetada y ser escupido en el rostro, nosotros también participamos al matar, al insultar, al maltratar, al abandonar a un hijo, al usar un hijo como instrumento de castigo contra un padre o madre, esa lista de malas acciones, fueron las bofetadas y el escupir el rostro santo del Señor. Que pecamos de hipócrita cuando condenamos a los que escogieron que se soltara al delincuente y malvado Barrabás y condenamos a la crucifixión a Jesús. Hipócritas porque muchos de nosotros escogimos hacer lo malo en vez de escoger a Jesucristo, escogimos el delito, el adulterio, el robo, la mentira, las fiestas y el alcohol, la pornografía, cualquier pecado grosero, a esas cosas le dijimos la queremos, escogimos a Barrabás. Rechazamos la santidad y el amor del Señor con la excusa de engañarnos a nosotros mismos diciendo que ser cristiano es ser aburrido. Hipócritas fuimos. Pero Él, por amor a nosotros derramó su sangre con gran sufrimiento, con gran dolor. Es por eso que al comer del pan y el tomar de la copa, recordamos, anunciamos y le damos gloria a Jesucristo, y hacemos esto hasta que Él regrese por nosotros. Es tiempo de humillación, es tiempo de llorar de alegría, es tiempo de regocijo, no es una celebración rutinaria, es tiempo de compartir entre los hermanos, el cuerpo de Cristo. Es tiempo de alabanzas en este Nuevo Pacto en la sangre del Señor, es tiempo de cantar lo que narre su sacrificio y su amor. Cantemos este pedazo de esta narración musical del sacrificio de Cristo: Por la vía dolorosa
Hasta aquí el resumen de lo sugerido en la celebración de la Cena del Señor Ahora, amados pastores, hermanos en la fe, les exhorto a que vean detalles importante de la Cena del Señor o Santa Cena en el mensaje que publicamos el 4 de enero del 2020, bajo el titulo: ¿SABES LO QUE SIGNIFICA LA SANTA CENA? Con esto tienen para hacer de esta celebración un momento grande. Dios les bendiga más y grandemente. Amén.
Nadie te ama como el Padre, nadie te ama como Jesucristo el Señor.
Espere el próximo mensaje. ESCAPA POR TU VIDA |
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José Ocampo
Voz femenina
Julissa
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