Semana 26, día 4 Martes, 5 de septiembre 2023
¿Orando y ayunado o pasando hambre?
En el día de hoy es necesario que cada creyente, los que suponen que han nacido de nuevo se examinen a sí mismos. Con tristeza en el corazón tengo que pregonar el descuido espiritual, la religiosidad rutinaria, y abandono para no ser hacedores de la Palabra del Señor.
VERSIÓN EN VÍDEO DE ESTE MENSAJE Hoy es día de reverdecer, de levantarse y resplandecer. Para eso es necesario la humillación ante la presencia del Señor y reconocer nuestras faltas, nuestros errores, suplicar al Señor que nos revele en qué estamos pecando o fallando. Para estar claro y tener un excelente entendimiento vamos a definir qué es orar y que es ayunar, esto es un repaso, es algo que usted sabe. ¿Qué es orar? Orar es entrar en una comunicación directa con el Padre a través de Jesucristo. Es en esa comunicación existen mensajes, preguntas, respuestas, fortalecimiento. Es un tiempo de intimidad con el Señor. Es donde opera el Espíritu Santo para guiarnos, para fortalecernos, el Espíritu Santo es el otro consolador que dijo Jesús sería enviado la noche que fue entregado. En la oración también hay clamor, adoración, reconocimiento. Ahora repasemos lo que Jesús dijo en Mateo 6:7
Dijo el Señor que no usemos vanas repeticiones. Es por eso que nos detenemos un momento para evaluarnos a nosotros mismos y preguntarnos si es frecuente, nunca o algunas veces que en nuestras oraciones son vanas repeticiones. ¿Qué es una vana repetición? Es decir algo que no se siente de corazón, que no es un dialogo, que es un decir por costumbre, es repetir algo que oímos. Ejemplo:
Este tipo de palabras que salen de nuestros labios, puede que no salgan de nuestros corazones. Porque al salir de nuestro corazón significa que amamos a fulano, que rogamos al Señor por su bendición, que realmente deseamos que mejore su vida espiritual. En el proceso de la oración, la que es sincera ante el Señor, si tenemos la actitud de recibir del Él, entonces, el Espíritu Santo nos puede revelar cosas, nos puede redargüir de cosas que hacemos mal o pensamos mal. Para esto es necesario la sinceridad con el Señor, no tratar de ocultar nada, aunque Él lo sabe todo. ¿Qué es el ayuno? En el sentido literal de la palabra significa abstenerse de consumir alimentos por un espacio de tiempo. Pero en el sentido espiritual, además significa, separar el tiempo a solas con el Señor para sacar a flote nuestras faltas, para presentarle al Señor nuestras debilidades en la cual necesitamos ayuda divina. Es entrar en una reflexión profunda, es pedirle perdón y ayuda al Señor, es entregarle nuestras debilidades, faltas y pecados. Es tiempo de arrepentimiento, de arreglar nuestra vida espiritual. El resultado de ese proceso es que el mismo Señor promete que te oirá, te protegerá, que su presencia estará contigo más fuertemente. El capítulo 58 de Isaías lo describe mejor. Los ayunos que se hacen en las congregaciones, en realidad son tiempo de reflexión y de clamor, no un ayuno íntimo como tal. La diferencia es que compartimos las experiencias de otros que nos ayudan a crecer espiritualmente. El ayuno es para romper cadenas en nuestras vidas. Ahora, recordando lo que es oración y ayuno, le presento penosas situaciones en ministros, hermanos en la fe, en ministerios, en congregaciones. Estas situaciones que presento son de personas que dicen que oran y ayunan, y presentan una serie de problemas. Esta lista parcial de actitudes convierten tu oración, tu ayuno, en haber perdido tu tiempo y haber pasado hambre:
Conviene analizar todo el capítulo 2 de Romanos, pero vemos los versículos 12 al 13
¿Cuál es el mensaje para ti? Que seas hacedor de la Palabra del Señor, no es solamente que la prediques o la digas, sino que haga lo que el Señor te dice que haga. Prestemos especial atención a este consejo del Señor en Santiago 1:19 al 25
Y te repito esto último para que sea parte de tu vida desde ahora en adelante y nunca más se te olvide:
Amados hermanos, pastores, evangelistas, misioneros, servidores, ministros todos del Señor, auto examínense, ¿estás seco? ¿Tienes áreas de tu vida espiritual seca? ¿Has visto que en tu entorno todo es chisme o murmuración, que por cualquier pequeñez forman una tormenta? ¿Ha bajado la asistencia en la congregación? ¿El Espíritu Santo es el que se mueve en los servicios o son las emociones? No esperes a que el Señor envíe a alguien a profetizar de tu condición cuando tu solución está en el altar íntimo del Señor. Hoy es un buen día para ir a la presencia del Señor, para mejorar nuestros errores, quizás nuestro mal carácter, cosas que hasta ahora no habíamos visto. Hoy es día de reparación, hoy es día de reverdecer de nuestra sequedad, todo depende de nuestra actitud sincera ante el Señor, de entrar en su presencia, en nuestro altar personal. Bueno es que cantes esta canción en tu corazón ante la presencia del Señor, al final de esta página está la canción completa:
Me llamaron tierra seca, si Lo que se secó, lo que se murió Alabamos el dulce nombre del Señor. Aquellas familias, aquellos hogares, aquellos matrimonios y ministerios que hoy se encuentran destruidos, que se encuentran secos, que se encuentran quizás muertos, en el nombre de Jesús de Nazaret, estamos creyendo, que así como la vara de Aarón reverdeció en aquél altar, hoy van a reverdecer. Así que levántate, que el Señor ha traído una palabra de restauración para tu vida. Dios te bendiga. Esto aconteció en Números 17:5 y 8, veamos:
En este tiempo de la Gracia, esto simboliza restauración, autoridad, sacerdocio santo, instrumento del Señor para hacer cesar las quejas y convertirlas en alabanzas y resplandor en las vidas de los creyentes. Lo que reverdece es porque llegó a secarse, y ahora lo que habrá en tu vida será frutos y multiplicación. ¿Qué quiero y deseo para ti? Quiero que el Señor te levante con poder, quiero que el Señor te haga resplandecer, que lo seco en tu vida reverdezca, florezca, que des buenos frutos para la Gloria y Honra de su nombre.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo ¡Vive Cristo¡ ¿Y a su nombre? ¡Gloria!
Nadie te ama como el Padre, nadie te ama como Jesucristo el Señor.
Espere el próximo mensaje. ESCAPA POR TU VIDA DESCARGAR TODO ESTE TEXTO EN UN DOCUMENTO Para Pastores y todo ministro |
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