Semana 20, día 5

Miércoles, 26 de julio 2023

¿Por qué orar los alimentos?

Este es un mensaje para los creyentes, para que se den cuenta del poder que hay al orar por los alimentos que vamos a comer.

Te empiezo con un testimonio que ocurrió en Puerto Rico antes del año 1993, te cuento:

Un grupo de cristianos evangélicos iban por las calles contentos, orando y predicando el evangelio.  Había un hombre que le tenía odio a los evangélicos.  Un día que los evangélicos pasaron cerca de este hombre, este hombre los llamó y les dijo:

- Yo quiero invitarlos a todos ustedes para una comida especial y agradarlos.

El hombre preparó la comida y le echó veneno para matarlos a todos.  Llegó el momento y los evangélicos, sentados a la mesa, oraron los alimentos.  Comieron, compartieron y luego se despidieron.  El hombre al ver que nadie se moría y estaban bien, ordenó que todas las sobras se la echaran a los perros.  Sucedió que todos los perros que comieron esa comida, murieron todos.  El hombre entró en temor, mucho miedo, confesó lo que hizo y reconoció a Jesús como su salvador.

Importante, esto no significa que desafiemos al Señor ingiriendo algo dañino que sabemos que es dañino, para que el Señor le quite lo dañino.  Eso es un error.

Antes de entrar en la enseñanza y ejemplos bíblicos es necesario aclarar que jamás hagamos oraciones mecánicas, sino unas palabras con un corazón agradecido ante el Señor.  Veamos la enseñanza directa de Jesús en Mateo 6:7

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Tampoco es necesario hacer una larga oración, simplemente sentirse agradecido por los alimentos.  No es necesario hacerlo en voz alta a menos que te acompañen otros que están de acuerdo con que ores los alimentos, para la edificación del oyente.

Veamos el consejo y a la vez testimonio del apóstol Pablo en 1 Corintios 10:24 al 26

24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; ²⁶ porque del Señor es la tierra y su plenitud.

27 Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia.

Hay alimentos que pueden no ser tan beneficio para la salud, pero con la acción de gracias en el Señor, se purifica los alimentos.  Esto es cuestión de fe.

Pero si alguien está convencido que ese alimento es malo, para esa ocasión específica este es el consejo del apóstol Pablo, 1 Corintios 10:28 al 29

28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
29 La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?

Hay personas de una fe muy baja, por causa de ellos, delante de ellos, no le pongas tropiezo.

El énfasis es el agradecimiento al Señor, con gozo y alegría de corazón, dar gracias.  Veamos el pensamiento del apóstol Pablo, 1 Corintios 10:30 al 31

30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?
31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Repito lo último, "hacedlo todo para la gloria de Dios."

Es necesario que no te distraigas, que escuches bien, pues esto es para tu beneficio.

En nuestras actividades diarias pensar o decir con alegría de corazón el consejo en Efesios 5:20

dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Esto incluye dar gracias por los alimentos.

Lo mismo que el consejo de 1 Tesalonicenses 5:16 al 18

16 Estad siempre gozosos.
17 Orad sin cesar.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

En esto también incluye dar gracias por los alimentos.

Jesús bendijo los panes y los peces en el milagro de la multiplicación,  en Mateo 14:19 dijo:

y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos.

Jesús, luego de resucitar, al aparecerle a sus discípulos esto ocurrió en Lucas 24:30 al 31

30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.
31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.

Ahora le narro un pedazo de la historia del naufragio que sucedió cuando Pablo era transportado. Hechos 27:33 al 36

33 Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada.
34 Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
35 Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer.
36 Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también.

En resumen, al ingerir alimentos, demos gracias al Señor, bendiciendo los alimentos, sin necesidad de largas oraciones, sino simples palabras que salgan del corazón nuestro al corazón de Dios, algo sencillo. 

En mi caso particular, en mi mente, me siento sumamente agradecido por el Señor y la provisión de alimento que da.  Eso es algo que sale del corazón, lo se apreciar.

Confiemos sin dudar que el Señor es nuestro proveedor.

Nadie te ama como el Padre, nadie te ama como Jesucristo el Señor.

Espere el próximo mensaje.

ESCAPA POR TU VIDA
SIN ARREPENTIMIENTO NO HAY PERDÓN DE PECADO
SOLO JESUCRISTO SALVA