Martes, 20 Junio 2023
Parece totalmente contradictorio decir que el corazón del débil es más fuerte que el del valiente. Esto solo puede ser verdad en el plano espiritual. Vamos a llevar esta verdad a nuestra vida actual. Hay personas que se creen poca cosa, admiran a grandes hombres y mujeres de Dios que ha hecho grandes proezas y milagros en el nombre de Jesús. Se creen que jamás Dios los usará con poder y gloria, pero tiene algo muy valioso para el Señor. Lo que tienen muy valioso es que dependen del Señor, su fuerza viene de la Gracia del Señor sobre sus vidas. Personas que realmente no son tan valientes como un grupo de valientes en el Señor, esforzado y atrevido en el evangelio, pero con sus pocas fuerzas no se sueltan del Señor. Es entonces donde el Señor actúa. Joel profetiza tiempos de guerra espiritual, y en este tiempo actual estamos en tiempo de guerra espiritual, donde el enemigo está alborotando las naciones, se levantan enemigos de Dios para hacer mal. Esto dice el profeta Joel en 3:10
Esto significa que si no te sientes fuerte espiritualmente, el Señor te dice que te digas a ti mismo, "fuerte soy", fuerte soy en el nombre del Señor. Te voy a contar una historia de un hombre que ni él se creía la gran cosa, que no se creía valiente, se creía débil e insignificante, ¿pero sabes qué? El Señor lo vio como un valiente, como un libertador, como un guerrero del Señor. El mismo Señor tuvo la paciencia para convencerlo de que Dios mismo estaba con Él. El nombre de ese hombre es Gedeón. Esta historia la vemos en Jueces del capítulo 6 al 8. Dios no se equivoca contigo, tú no necesitas ser reconocido por los hombres sino por el Señor. Es el Señor el que conoce tu corazón. Gedeón, el mismo Señor le ayudó en batalla, el mismo Señor le dio estrategias, le dio la victoria. ¿Por qué el corazón del débil es más fuerte que el del valiente? ¿Piensa un momento? El corazón del débil es más muerte que el del valiente porque depende del Señor, depende de la fuerza de su poder, tiene la fe en el Señor, no pone en dudas que el Señor está con él. Hoy es un buen día para declarar en tu corazón que el Señor está contigo. No veas tu debilidad, mira a Jesús en ti, siente la presencia de su Espíritu Santo en tu vida, despójate de todo pensamiento de derrota, de miedo, de temor, la victoria es tuya en Cristo Jesús. Déjate dirigir por el Señor. El apóstol Pablo, en el 1 Corintios capítulo 1, exhorta a los hermanos a estar unidos y no causar divisiones, a ser seguidor de Cristo y no seguidor de hombres. Da aliento a los que se creen débiles o menospreciado, y este aliento recíbelo ahora, y estas son las palabras del Señor a través del apóstol Pablo, 1 Corintios 1:22 al 29
Te resalto estas buenas noticias para tu vida, aquí y ahora, y te repito:
Detallando la guerra espiritual en la que estamos combatiendo, hay políticos corruptos, bandas criminales, hombres malos que le gusta hacer lo malo, hay crímenes y violencia, maquinarias políticas que se anuncian y amedrentan como que son poderosos, ¿pero saben qué? El Señor te tiene a ti, que aún desde lo íntimo de tu habitación, tus oraciones son como bombas, como cohetes, como rayos de poder que derriban todas las fortalezas de las tinieblas. ¡Gloria al Señor por sus valientes! ¡Gloria a Dios porque que han vencido y Dios mismo le llama sus guerreros! ¿Qué decimos? ¡Alabado es el Señor! Pero hoy, el Señor te escoge como fuerte, como poderoso en batalla, ¿por qué? Porqué Él está contigo. Medita en estás palabras, medita en tu vida, levanta el ánimo, ya que has creído, ya que has confesado a Jesucristo como tu salvador, libertador y sanador, ya que has nacido de nuevo, hoy es el día de victoria. Por encima de toda circunstancia, de cualquier adversidad, de cualquier propaganda de miedo del enemigo, por encima de todo esto, declaremos: ¡Victoria! ¡Victoria! ¡Victoria! Jehová, Yaweb, el Señor, Jesús, el Todopoderoso, el Yo Soy, el Santo, el Alfa y Omega, el Principio y Fin, el que es, que era y que ha de venir, el Padre, el Hijo, su Espíritu Santo, todo Dios en nosotros, le alabamos, le adoramos, le exaltamos. ¡Entra en el secreto del Señor y en la obediencia!
Nadie te ama como el Padre, nadie te ama como Jesucristo el Señor.
Espere el próximo mensaje.
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